Si estás buscando una comida rápida y reconfortante que no requiera usar el horno, estos macarrones con queso y carne molida son la opción perfecta. Con pasta tierna, una rica salsa de tomate casera, carne molida sabrosa y queso mozzarella derretido, este plato es ideal para cenas entre semana o cuando quieres disfrutar de una comida sencilla y deliciosa. Se prepara en menos de 30 minutos, utilizando ingredientes básicos que probablemente ya tienes en casa. Además, es versátil, por lo que puedes ajustar los sabores o añadir tus ingredientes favoritos como hierbas frescas o vegetales.
Prepara los tomates: Comienza cortando los tomates por la mitad y resérvalos.
Licúa los ingredientes: En una licuadora, agrega los tomates, la cebolla picada, los dientes de ajo y una pizca de sal. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea.
Cocina la salsa: Calienta una sartén a fuego medio y añade un poco de aceite de oliva. Vierte la mezcla licuada de tomates, añade el orégano y remueve bien. Deja que la salsa se cocine durante unos minutos.
Cocina la pasta: En una olla grande, lleva a ebullición 500ml de agua caliente. Añade un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Agrega los macarrones y cocina hasta que estén al dente.
Sofríe cebolla y ajo: En otra sartén, calienta aceite de oliva y sofríe la cebolla picada y los dientes de ajo hasta que estén dorados y fragantes.
Añade la carne molida: Una vez que la cebolla y el ajo estén listos, añade la carne molida a la sartén. Desmenúzala y cocina hasta que esté completamente dorada.
Sazona la carne: Añade sal, pimentón, pimienta y hojuelas de chile a la carne. Remueve bien para que los condimentos se distribuyan uniformemente.
Combina con la salsa: Cuando la carne esté casi cocida, añade la salsa de tomate que preparaste a la sartén. Mezcla bien y deja que se cocine durante unos minutos más.
Escurre la pasta: Cuando los macarrones estén cocidos, escúrrelos y resérvalos.
Mezcla la pasta y la carne: En un bol grande, mezcla los macarrones cocidos con la carne molida y la salsa. Remueve suavemente para que la pasta se cubra bien con la salsa.
Añade el queso: Espolvorea queso mozzarella rallado sobre los macarrones. Mezcla suavemente para que el queso se derrita y se integre en el plato.
Ajusta los condimentos: Prueba el plato y ajusta los condimentos si es necesario, añadiendo más sal, pimienta o orégano al gusto.
Derrite el queso: Si lo prefieres, deja el plato a fuego bajo unos minutos más para que el queso se derrita completamente.
Sirve: Sirve el plato caliente, adornado con un poco de orégano o hojuelas de chile si te gusta un toque picante.
Consejo Bonus: Si te gusta una textura más crujiente, puedes gratinar el plato en el horno durante un par de minutos o añadir trozos de tocino crujiente para darle un toque extra.
Disfruta: ¡Tus macarrones con queso y carne molida están listos para disfrutar!
Para un sabor aún más especial, puedes añadir trocitos de tocino crujiente o espolvorear un poco de queso parmesano antes de servir. Estas simples adiciones aportan un toque extra de sabor y textura crujiente.
Estos macarrones con queso y carne molida son el ejemplo perfecto de una comida fácil y reconfortante. Con ingredientes básicos y en menos de 30 minutos, puedes preparar un plato delicioso que gustará a toda la familia. La combinación de pasta tierna, carne molida bien sazonada y queso derretido es irresistible. Además, puedes personalizarlo añadiendo tus ingredientes favoritos. ¡Este plato se convertirá en uno de los favoritos en tu hogar!