El escabeche de pollo es una de esas recetas que tienen el poder de evocar recuerdos de hogar, de esas comidas en familia que se disfrutan en torno a la mesa. Este plato, que se ha popularizado en diversas culturas, se basa en la técnica de conservar alimentos en vinagre, lo que no solo realza los sabores sino también garantiza su preservación. El escabeche de pollo se caracteriza por su sabor intenso y su aroma cautivador, gracias a la mezcla de especias y verduras. Bundado en una marinada rica, las pechugas de pollo se vuelven tiernas y sabrosas, ideales para unas tapas, un picnic o simplemente como un plato principal.
La preparación de este escabeche es bastante sencilla, lo que lo hace accesible hasta para quienes están dando sus primeros pasos en la cocina. Una de las grandes ventajas de esta receta es que se puede preparar con antelación, intensificando su sabor mientras se asienta en el refrigerador. Imagínate abrir la nevera y encontrar un delicioso escabeche listo para disfrutar; es una alegría instantánea.
Para que el escabeche de pollo quede perfecto, es crucial prestar atención a cada paso del proceso. Te comparto el detalle de la preparación para que puedas seguirlo con facilidad.
Comienza lavando cuidadosamente las zanahorias, asegurándote de retirar cualquier suciedad adherida. Una vez limpias, pela las zanahorias y córtalas en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor, para que se cocinen de manera uniforme. Por otro lado, toma las cebollas, pélalas y córtalas en julianas finas para que se integren bien en la mezcla.
Los ajos también son protagonistas de esta receta. Elige 6 dientes de ajo, pélalos y dales un ligero golpe con la parte plana de un cuchillo, esto ayudará a liberar sus aceites esenciales sin picarlos. A continuación, prepara los tomates cherry; simplemente enjuágalos y déjalos enteros, ya que conservarán su dulzura y jugosidad en la cocción.
Ahora es el momento de cocinar las pechugas de pollo. Calienta una sartén grande a fuego medio-alto y añade un chorrito de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, coloca las pechugas de pollo, asegurándote de no apiñarlas, para que se doren adecuadamente. Cocina cada lado por unos 5 a 7 minutos, o hasta que estén doradas y bien cocidas, con una temperatura interna de al menos 75°C.
Una vez doradas, retira las pechugas de la sartén y colócalas en un plato para que se enfríen un poco. En la misma sartén donde doraste el pollo, añade las cebollas y las zanahorias. Cocina a fuego medio hasta que las cebollas se tornen transparentes y suaves, alrededor de 5 a 8 minutos. Agrega los ajos machacados y remueve, cocinando por un par de minutos más hasta que estén fragantes.
Llegó el momento de añadir los sabores. Agrega los granos de pimienta negra, la ramita de tomillo, las hojas de laurel y una pizca de sal a mezcla de cebolla y zanahoria. Remueve bien con una cuchara de madera para que los ingredientes se integren y liberen su aroma. Es el instante ideal para incorporar los líquidos que darán vida al escabeche: vierte el vino blanco y el vinagre en la sartén, y revuelve para mezclar.
Regresa las pechugas de pollo a la sartén, asegurándote de que queden sumergidas en la mezcla. Añade los tomates cherry y cubre todo con suficiente agua, asegurándote de que el líquido cubra el pollo y las verduras casi por completo. Esto permitirá que todos los sabores se amalgamen mientras se cocina a fuego lento.
Baja el fuego y tapa la olla. Deja que el escabeche se cocine a fuego lento por aproximadamente 20 minutos. Durante este tiempo, los sabores se irán intensificando, y el aroma que inundará tu cocina será simplemente irresistible. Si notas que el líquido se reduce demasiado, puedes agregar un poco más de agua.
Una vez transcurrido este tiempo, apaga el fuego y permite que el escabeche se enfríe durante unos minutos antes de transferirlo a un recipiente con tapa. Opta por un tupper hermético o un bonito recipiente de vidrio; asegúrate de que esté bien cerrado. Deja reposar el escabeche en el refrigerador durante al menos 12 horas, aunque 24 horas será ideal, permitiendo que los sabores se fusionen y se intensifiquen.
Para realzar aún más la experienciaservir el escabeche acompañado de algún tipo de pan crujiente, como una baguette o focaccia, perfecta para mojar en la deliciosa salsa. Además, si te gusta explorar sabores diferentes, puedes experimentar añadiendo un toque de pimiento picante o incluso algunos granos de cilantro durante la cocción. Eso sin mencionar que el escabeche también se puede preparar con antelación, perfecto para tus reuniones o celebraciones. Si te sobra escabeche, ten la certeza de que se conserva muy bien en la nevera durante varios días, por lo que siempre tendrás una opción sabrosa y rápida a mano.
Preparar escabeche de pollo es más que solo una receta; es una forma de conectar con la tradición culinaria mientras disfrutas del delicioso resultado. La combinación de sabores, la textura jugosa del pollo y el toque ácido del vinagre hacen de este plato una experiencia gastronómica única y reconfortante.
No dudes en compartir esta receta con tus amigos y familiares, invitándolos a explorar el fascinante mundo del escabeche. Y si buscas más inspiración, no te olvides de echar un vistazo a otras recetas en nuestro sitio; hay mucho más por descubrir y disfrutar en la cocina. ¡Buen provecho!