El Carnaval es sinónimo de alegría, música, disfraces y, por supuesto, ¡dulces irresistibles! Dentro de esa maravillosa tradición gastronómica, hay un postre que no puede faltar: las orejas de carnaval. Estas finas y crujientes delicias, típicas de España, especialmente de Galicia, se han convertido en un símbolo de la festividad, llenando los hogares de aroma a mantequilla y azúcar.
Si nunca las has probado, prepárate para enamorarte, porque su textura ligera y crujiente, combinada con ese toque dulce y aromático, las hace simplemente adictivas. Y lo mejor de todo es que se preparan con ingredientes sencillos y en pocos minutos, lo que las convierte en una opción ideal para sorprender a tu familia o amigos en estas fechas festivas.
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa. Añade la mantequilla derretida, el licor (si lo usas), la ralladura de limón o naranja y la pizca de sal. Mezcla bien hasta integrar todos los ingredientes.
Incorpora la leche y, poco a poco, la harina tamizada. Es importante no añadirla de golpe para evitar grumos. Amasa con las manos hasta obtener una masa suave y homogénea. Debe quedar flexible, pero no pegajosa. Si está demasiado seca, agrega unas gotas de leche; si está pegajosa, un poco más de harina.
Deja reposar la masa cubierta con un paño durante 30 minutos para relajar el gluten y facilitar su estirado.
Divide la masa en porciones pequeñas y estíralas con un rodillo hasta que queden bien finas. Cuanto más finas, más crujientes.
Para darles la forma característica de oreja, tira un poco de un extremo con los dedos al colocarlas en el aceite caliente. Esto las hará ondularse y tomar ese aspecto tan especial.
Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente (aproximadamente 180°C), fríe las orejas una a una. Se fríen en segundos, así que vigila para que no se quemen. Cuando estén doradas por un lado, dales la vuelta con una espumadera y cocina hasta que estén doradas y crujientes.
Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Cuando aún estén calientes, espolvorea azúcar glas o azúcar normal por encima. Si quieres un extra de sabor, puedes añadir un poquito de canela.
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa. Añade la mantequilla derretida, el licor (si lo usas), la ralladura de limón o naranja y la pizca de sal. Mezcla bien hasta integrar todos los ingredientes.
Incorpora la leche y, poco a poco, la harina tamizada. Es importante no añadirla de golpe para evitar grumos. Amasa con las manos hasta obtener una masa suave y homogénea. Debe quedar flexible, pero no pegajosa. Si está demasiado seca, agrega unas gotas de leche; si está pegajosa, un poco más de harina.
Deja reposar la masa cubierta con un paño durante 30 minutos para relajar el gluten y facilitar su estirado.
Divide la masa en porciones pequeñas y estíralas con un rodillo hasta que queden bien finas. Cuanto más finas, más crujientes.
Para darles la forma característica de oreja, tira un poco de un extremo con los dedos al colocarlas en el aceite caliente. Esto las hará ondularse y tomar ese aspecto tan especial.
Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente (aproximadamente 180°C), fríe las orejas una a una. Se fríen en segundos, así que vigila para que no se quemen. Cuando estén doradas por un lado, dales la vuelta con una espumadera y cocina hasta que estén doradas y crujientes.
Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Cuando aún estén calientes, espolvorea azúcar glas o azúcar normal por encima. Si quieres un extra de sabor, puedes añadir un poquito de canela.
Las orejas de carnaval son más que un postre, son una tradición que nos transporta a la infancia, a los recuerdos de abuelas amasando con cariño y al espíritu festivo del Carnaval.
Crujientes, doradas y llenas de sabor, estas orejas son perfectas para compartir y disfrutar en cualquier momento. Ahora que tienes la receta, ¡anímate a prepararlas y a sorprender a todos con esta delicia!
Y tú, ¿cómo prefieres comerlas? ¿Con azúcar glas, canela o alguna otra variante? ¡Cuéntame en los comentarios y disfruta de la magia del Carnaval con cada bocado! 🎊🎭🔥