Descripción

El San Sebastián Cheesecake, también conocido como "tarta de queso quemada", es un postre originario del País Vasco que se ha ganado un lugar especial en la repostería mundial. Su textura cremosa, su distintiva superficie caramelizada y su sabor equilibrado lo convierten en una opción irresistible para cualquier ocasión. Lo mejor de esta receta es su simplicidad, ideal tanto para principiantes como para expertos en la cocina. Aquí te presentamos una versión mejorada y detallada para que logres un cheesecake perfecto en casa.

Ingredientes

• Base del Cheesecake:
• 600 g de queso crema a temperatura ambiente
• 300 g de azúcar
• 4 huevos grandes
• 400 ml de nata para montar (crema de leche) con al menos 35% de grasa
• 20 g de harina de trigo tamizada
• 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Modo de preparación

1. Preparación Previa: Antes de comenzar, asegúrate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Esto garantiza una mezcla homogénea y una textura final cremosa.

Precalienta el horno a 200 °C con calor arriba y abajo. Forra un molde redondo de aproximadamente 22-24 cm de diámetro con papel de hornear, dejando que sobresalga por los bordes. Esto facilitará el desmolde y le dará al cheesecake su característica forma rústica.

2. Mezcla de Ingredientes: En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. Puedes usar una batidora eléctrica a velocidad baja o hacerlo a mano con una espátula.

Añade los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición. Es importante no sobrebatir para evitar incorporar demasiado aire, lo que podría causar grietas en el cheesecake al hornearse.

Incorpora la nata para montar y mezcla hasta integrar. Agrega la harina tamizada poco a poco, removiendo suavemente para evitar grumos. Si deseas un toque de vainilla, este es el momento de añadir el extracto.

3. Horneado: Vierte la mezcla en el molde preparado y nivela la superficie con una espátula. Lleva al horno precalentado y hornea durante 40-50 minutos. El tiempo puede variar según la potencia de tu horno.

El punto perfecto se alcanza cuando los bordes están firmes y dorados, pero el centro aún se mueve ligeramente al sacudir el molde. Esto asegura una textura cremosa en el interior.

4. Enfriado y Desmolde: Retira el cheesecake del horno y deja que se enfríe a temperatura ambiente dentro del molde. Una vez frío, refrigéralo durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche, para que adquiera su consistencia óptima.

Desmolda con cuidado utilizando el papel de hornear como ayuda y colócalo en un plato o base para servir.

Consejos y Conclusión

Para un toque gourmet, puedes acompañar el cheesecake con frutos rojos frescos, un coulis de frambuesa o incluso una bola de helado de vainilla. Si prefieres un sabor más dulce, añade una fina capa de miel sobre la superficie justo antes de servir.
Preparar el San Sebastián Cheesecake en casa no solo es sencillo, sino que también te permitirá disfrutar de un postre que combina tradición y modernidad en cada bocado. Su sabor único y su presentación rústica lo convierten en el centro de atención en cualquier mesa. Anímate a preparar esta delicia y sorprende a tus seres queridos. Si te gustó esta receta, explora más opciones en nuestro sitio y conviértete en el maestro repostero de tu hogar. ¡Buen provecho!