Este platillo es una joya culinaria que combina tradición y simplicidad, ideal para deleitar a tus seres queridos en cualquier ocasión. Con una base de ingredientes accesibles y pasos fáciles de seguir, esta receta promete resultados sorprendentes y un sabor inolvidable. Perfecto para reuniones familiares, celebraciones especiales o incluso como un regalo hecho en casa, este plato es el equilibrio perfecto entre lo práctico y lo sofisticado.
Preparación de la Base
Prepara los ingredientes húmedos: En un tazón grande, bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Esto asegura que el azúcar se disuelva bien y aporte una textura uniforme a la masa.
Incorpora los huevos: Añade el huevo entero, las yemas y la esencia de vainilla. Mezcla bien hasta que los ingredientes se integren completamente.
Integra los ingredientes secos: En otro recipiente, tamiza la harina, el cacao, el polvo para hornear y el bicarbonato. Poco a poco, agrega esta mezcla seca a los ingredientes húmedos, incorporándola con movimientos suaves. Evita amasar en exceso para no perder la textura ligera de la masa.
Reposo de la masa: Envuelve la masa en papel film y refrigera durante al menos 30 minutos. Este paso permite que los ingredientes se asienten y facilita su manejo posterior.
Corte y Horneado
Estira la masa: Sobre una superficie ligeramente enharinada, extiende la masa con un rodillo hasta que alcance un grosor de aproximadamente 1 cm.
Forma los círculos: Usa un cortador de galletas o un vaso para formar discos del tamaño deseado.
Horneado: Coloca los discos en una bandeja forrada con papel manteca. Precalienta el horno a 180 °C y hornea durante 10-12 minutos. Vigila de cerca para evitar que se doren demasiado.
Relleno
Una vez que los discos estén completamente fríos, toma uno y añade una cantidad generosa de dulce de leche en el centro.
Cúbrelo con otro disco, presionando ligeramente para que ambos se adhieran.
Preparación de la Cobertura
Prepara la calda: En una cacerola pequeña, mezcla el azúcar común con el agua y calienta a fuego medio hasta que obtengas una calda ligera (punto de hilo).
Haz el glaseado: Mientras tanto, bate la clara de huevo a punto de nieve. Añade el azúcar glas y el jugo de limón gradualmente. Sin dejar de batir, incorpora lentamente la calda caliente hasta obtener un glaseado brillante y homogéneo.
Cubre los alfajores: Sumerge cada alfajor en el glaseado, asegurándote de cubrirlos completamente. Déjalos secar sobre una rejilla hasta que la cobertura esté firme al tacto.
Decoración: Si deseas un toque más festivo, espolvorea coco rallado, granillo de chocolate o nueces picadas antes de que la cobertura se seque.
Relleno alternativo: Además del dulce de leche, prueba con mermelada de frutos rojos o una ganache de chocolate para variar los sabores.
Conservación: Guarda los alfajores en un recipiente hermético. Mantendrán su frescura por hasta una semana.
Preparar estos alfajores no solo es una experiencia deliciosa, sino también un momento para disfrutar de la cocina y sorprender a tus seres queridos. Su sabor equilibrado y la textura suave de la masa combinan a la perfección con el dulzor del relleno y la cobertura crujiente. Comparte esta receta con amigos y familiares, y no olvides explorar otras opciones igual de deliciosas en nuestro sitio. ¡Buen provecho!