Este cheesecake de mango combina la frescura de la fruta con la suavidad del queso crema, creando un postre irresistible y perfecto para cualquier ocasión. Con una base crujiente de galletas y bizcochos, y una cobertura brillante de mango, esta tarta es ideal para impresionar a tus invitados o darte un capricho especial.
Preparar la base:
Tritura las galletas y los bizcochos hasta obtener migas finas. Derrite la mantequilla en el microondas y mézclala con las migas hasta formar una masa uniforme. Cubre el fondo de un molde desmontable con esta mezcla, presionando para que quede compacto.
Precalienta el horno a 180 °C con calor arriba y abajo. Hornea la base durante 10 minutos. Retira del horno y deja enfriar en el frigorífico mientras preparas el resto de la tarta.
Preparar el mango:
Pela el mango. Corta una mitad en trozos grandes y la otra mitad en trozos pequeños. Reserva.
Preparar la gelatina:
Hidrata las láminas de gelatina en un bol con agua fría durante unos minutos. Mientras tanto, en una cacerola, calienta el agua junto con el jugo de limón a fuego medio. Cuando esté templado, añade las láminas de gelatina escurridas y mezcla hasta que se disuelvan completamente.
Preparar la mezcla de queso y mango:
En un bol, mezcla el queso crema con el azúcar glas hasta obtener una crema suave. Tritura los trozos grandes de mango con la mezcla de agua y gelatina en una batidora. Pasa el puré por un colador para eliminar cualquier fibra.
Añade la mitad del puré de mango a la mezcla de queso y azúcar, y reserva la otra mitad para la cobertura.
Montar la nata:
Bate la nata hasta que esté montada. Incorpórala a la mezcla de queso, azúcar y mango con movimientos envolventes para conservar la esponjosidad. Añade los trozos pequeños de mango, reservando algunos para decorar.
Montar la tarta:
Vierte la mezcla de queso, mango y nata sobre la base de galletas enfriada. Alisa la superficie y deja enfriar en el frigorífico durante al menos 4 horas, o hasta que esté completamente cuajada.
Agregar la cobertura y decorar:
Desmolda la tarta con cuidado. Extiende el puré de mango reservado sobre la superficie de la tarta y decora con los trozos de mango restantes. Enfría nuevamente durante una hora antes de servir.
Para un toque tropical, decora con coco rallado o rodajas de maracuyá.
Puedes usar gelatina de mango en lugar de láminas neutras para intensificar el sabor.
Asegúrate de que el queso crema esté a temperatura ambiente para facilitar la mezcla.
Este cheesecake de mango es la combinación perfecta de dulzura y frescura, con una textura cremosa que se derrite en la boca. Perfecto para días cálidos o como cierre de una comida especial. ¡Prepáralo y disfruta de un postre que todos amarán! 🥭✨