El pastel de zanahoria es una de esas recetas que nunca pasan de moda. Con su textura suave, un toque de especias cálidas y un glaseado cremoso que equilibra perfectamente su dulzura, este pastel se ha ganado un lugar especial en las mesas de todo el mundo. Esta versión, que supera a cualquier otra, es la combinación perfecta entre tradición y modernidad, ideal para cualquier ocasión. Prepárate para disfrutar de un postre que no solo es delicioso, sino también sorprendentemente fácil de hacer.
Preparación del pastel:
En un bol grande, mezcla los ingredientes secos: harina, canela, nuez moscada, polvo para hornear, bicarbonato de sodio y sal. Esto asegurará una distribución uniforme de los sabores y ayudará a que el pastel tenga una textura perfecta.
En otro recipiente, bate los huevos junto con el azúcar moreno y blanco hasta que la mezcla esté cremosa. Incorpora el aceite poco a poco, batiendo constantemente para lograr una emulsión suave. Añade la esencia de vainilla y las zanahorias ralladas, mezclando suavemente.
Agrega los ingredientes secos a los húmedos en tres tandas, mezclando con movimientos envolventes para evitar que la mezcla pierda aire. Si decides usar nueces o pasas, este es el momento de incorporarlas.
Vierte la mezcla en un molde previamente engrasado y enharinado. Hornea en un horno precalentado a 180 °C durante 35-40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, salga limpio.
Deja enfriar el pastel en el molde durante 10 minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla para que enfríe completamente.
Preparación del glaseado:
Mientras el pastel se enfría, prepara el glaseado. En un bol, bate el queso crema con la mantequilla hasta obtener una mezcla suave y esponjosa. Añade el azúcar glas tamizado poco a poco, alternando con el extracto de vainilla y el jugo de limón. Bate hasta que el glaseado esté cremoso y sin grumos.
Montaje:
Una vez que el pastel esté completamente frío, cubre la superficie con una capa generosa de glaseado. Puedes decorarlo con nueces enteras, zanahorias ralladas o incluso un toque extra de canela espolvoreada.
Para un toque diferente, añade piña triturada a la mezcla del pastel para hacerlo aún más jugoso. Si prefieres un pastel más ligero, sustituye la mitad del aceite por puré de manzana.
El pastel de zanahoria infalible no solo es un postre que destaca por su sabor, sino también por su versatilidad y facilidad de preparación. Perfecto para acompañar un café por la tarde o para sorprender en una reunión familiar, este pastel se convertirá en tu receta favorita. ¡Anímate a prepararlo y compártelo con tus seres queridos!