El pastel cremoso es una receta clásica que combina una textura suave con un sabor delicioso y reconfortante. Es ideal para sorprender a tus invitados o simplemente para disfrutar en familia durante una tarde especial. Su versatilidad lo convierte en el postre perfecto, ya sea como parte de una celebración o como un detalle dulce en cualquier día de la semana. Esta receta no solo es fácil de preparar, sino que también ofrece un equilibrio ideal entre sabor y presentación.
Preparación de la masa:
En un bol grande, bate los huevos y el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y de color claro. Añade el aceite poco a poco mientras sigues batiendo. Esto ayudará a incorporar aire a la masa, logrando un pastel más esponjoso.
Tamiza la harina junto con la levadura y agrégala a la mezcla, alternando con la leche tibia. Usa una espátula o un batidor manual para mezclar, realizando movimientos envolventes para evitar que la masa pierda su aire.
Vierte la masa en un molde previamente engrasado y enharinado. Lleva al horno precalentado a 180 °C y hornea durante 30-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo este salga limpio. Retira del horno y deja enfriar completamente.
Preparación del relleno cremoso:
Mientras el pastel se enfría, prepara el relleno. En una cacerola mediana, mezcla la leche condensada, la leche entera y la maicena. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente para evitar grumos. Una vez que la mezcla comience a espesar, retira del fuego y añade la esencia de vainilla.
Deja enfriar el relleno antes de usarlo. Para acelerar este proceso, puedes cubrirlo con papel film, asegurándote de que toque la superficie para evitar la formación de una costra.
Montaje del pastel:
Con el pastel ya frío, córtalo cuidadosamente por la mitad en sentido horizontal. Coloca una capa sobre una base o plato y extiende uniformemente el relleno cremoso. Coloca la segunda capa de pastel encima, presionando ligeramente para nivelarlo.
Preparación de la cobertura:
Bate la crema de leche junto con el azúcar glas hasta que alcance una consistencia firme. Extiende la crema sobre la parte superior y los laterales del pastel, asegurándote de cubrirlo por completo.
Decoración y presentación:
Añade virutas de chocolate, una pizca de canela o frutas frescas para darle un toque decorativo. Refrigera el pastel durante al menos 2 horas antes de servir. Este tiempo permitirá que los sabores se integren y que el pastel adquiera una textura aún más deliciosa.
Si lo prefieres, puedes sustituir la leche condensada por dulce de leche para un sabor más intenso.
Acompaña este pastel con una taza de café o té para una experiencia completa.
Este pastel cremoso es la elección perfecta para quienes buscan un postre sencillo pero lleno de sabor. Con su textura suave y su delicioso relleno, se convertirá en un favorito en cualquier ocasión. Explora más recetas como esta en nuestro sitio para seguir deleitándote con creaciones irresistibles. ¡Disfrútalo al máximo y comparte este momento dulce con tus seres queridos!