Las galletas bretonas son un clásico de la repostería francesa, originarias de la región de Bretaña. Su textura gruesa y quebradiza, junto con su inconfundible sabor a mantequilla salada, las convierten en una delicia irresistible. Perfectas para acompañar el té o el café, estas galletas también son ideales para regalar o disfrutar en cualquier momento del día. Prepararlas en casa es una experiencia sencilla y gratificante, permitiéndote personalizar su sabor y textura a tu gusto.
En un bol, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla blanquecina y espumosa. Añade la mantequilla con sal a temperatura ambiente y la esencia de vainilla, mezclando bien hasta integrar todos los ingredientes.
Incorpora la harina y la levadura tamizadas poco a poco, mezclando hasta formar una masa homogénea. Divide la masa en dos partes, forma bolas y envuélvelas en film transparente. Refrigera por al menos 2 horas para que adquiera firmeza y sea más fácil de manipular.
Precalienta el horno a 170 °C con calor arriba y abajo, sin ventilador.
Coloca una de las bolas de masa entre dos hojas de papel de hornear y estira con un rodillo hasta obtener un grosor de aproximadamente 1 cm. Usa un cortador redondo para dar forma a las galletas y colócalas sobre una bandeja forrada con papel de hornear, dejando espacio entre cada una.
Si deseas que las galletas mantengan una forma perfecta, puedes utilizar moldes rígidos para magdalenas o tartaletas durante el horneado.
Hornea en el centro del horno durante aproximadamente 15 minutos o hasta que los bordes comiencen a dorarse ligeramente. Retira las galletas del horno y deja enfriar completamente sobre una rejilla antes de guardarlas en un recipiente hermético.
Si no tienes mantequilla con sal, puedes añadir una pizca de sal a la masa para equilibrar los sabores y realzar el sabor característico de estas galletas. También puedes experimentar agregando ralladura de limón o naranja para un toque cítrico especial.
Para conservarlas en óptimas condiciones, guárdalas en una caja metálica hermética. De esta forma, se mantendrán frescas y crujientes durante varios días.
Las galletas bretonas son un verdadero placer para el paladar y una muestra de la elegancia de la repostería francesa. Su sencillez y delicioso sabor las convierten en una opción perfecta para cualquier ocasión. Anímate a prepararlas en casa y disfruta del auténtico sabor de Bretaña. Para más recetas irresistibles, sigue explorando nuestro sitio y comparte tus creaciones con familiares y amigos. ¡Bon appétit!