Descripción

La tarta de limón sin horno es un postre clásico que combina la frescura y acidez del limón con la suavidad de una crema elaborada, todo sobre una base crujiente de galletas. Este postre es ideal para cualquier época del año, especialmente en días calurosos cuando se antoja algo refrescante. Además, su preparación sin necesidad de horno la convierte en una opción práctica y sencilla para quienes buscan deleitar a sus seres queridos con un postre casero.

Ingredientes

• Para la base:
• 150 gramos de galletas tipo María o Digestive
• 75 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
• Para el relleno:
• 400 gramos de queso crema tipo Philadelphia
• 400 gramos de nata para montar (crema de leche)
• 100 gramos de azúcar
• 100 ml de zumo de limón recién exprimido
• 5 hojas de gelatina neutra
• Ralladura de un limón
• Para la cobertura:
• 60 ml de agua
• 60 ml de zumo de limón
• 50 gramos de azúcar
• 1 hoja de gelatina neutra
• Ralladura de limón para decorar (opcional)

Modo de preparación

Preparación de la base:

Comienza triturando las galletas hasta obtener una textura de arena fina. Puedes hacerlo utilizando un procesador de alimentos o colocando las galletas en una bolsa hermética y aplastándolas con un rodillo.
Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla a temperatura ambiente hasta formar una masa homogénea.
Forra la base de un molde desmontable de aproximadamente 20 cm de diámetro con papel de horno para facilitar el desmoldado.
Distribuye la mezcla de galletas y mantequilla en el fondo del molde, presionando con el dorso de una cuchara para compactar y nivelar la superficie.
Reserva el molde en el refrigerador mientras preparas el relleno, para que la base se endurezca.
Preparación del relleno:

Hidrata las 5 hojas de gelatina en un recipiente con agua fría durante unos 10 minutos, hasta que se ablanden.
En una cacerola, calienta la nata para montar junto con el azúcar a fuego medio, removiendo constantemente hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla esté caliente, pero sin llegar a hervir.
Retira la cacerola del fuego y añade las hojas de gelatina bien escurridas. Remueve hasta que la gelatina se disuelva por completo en la mezcla caliente.
Deja que la mezcla se enfríe ligeramente durante unos 10 minutos.
En un bol grande, bate el queso crema hasta obtener una textura suave y sin grumos.
Incorpora la mezcla de nata y gelatina al queso crema, batiendo a velocidad baja hasta que estén bien integrados.
Añade el zumo de limón y la ralladura, y mezcla hasta obtener una crema homogénea.
Montaje de la tarta:

Vierte la crema de limón sobre la base de galleta en el molde, alisando la superficie con una espátula para que quede uniforme.
Cubre el molde con papel film y refrigera durante al menos 2 horas, o hasta que el relleno esté firme.
Preparación de la cobertura:

Hidrata la hoja de gelatina en agua fría durante 10 minutos.
En una cacerola, combina el agua, el zumo de limón y el azúcar. Calienta a fuego medio, removiendo hasta que el azúcar se disuelva y la mezcla comience a hervir.
Retira del fuego y añade la hoja de gelatina escurrida, mezclando hasta que se disuelva completamente.
Deja enfriar la mezcla a temperatura ambiente durante unos 15 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que se solidifique.
Aplicación de la cobertura:

Una vez que la tarta haya cuajado y la cobertura esté a temperatura ambiente pero aún líquida, vierte la cobertura de limón sobre la superficie de la tarta, inclinando suavemente el molde para que se distribuya de manera uniforme.
Si lo deseas, espolvorea ralladura de limón sobre la cobertura para decorar.
Refrigera la tarta nuevamente durante al menos 2 horas, o hasta que la cobertura esté completamente cuajada.

Consejos y Conclusión

Para facilitar el desmoldado, pasa un cuchillo fino alrededor del borde del molde antes de retirarlo. Además, puedes decorar la tarta con rodajas finas de limón o hojas de menta fresca para darle un toque más vistoso.
La tarta de limón sin horno es una opción deliciosa y refrescante que combina la acidez del limón con la cremosidad del queso y la nata, sobre una base crujiente de galleta. Su preparación es sencilla y no requiere de horno, lo que la hace perfecta para cualquier ocasión. Anímate a prepararla y sorprende a tus invitados con este exquisito postre casero.

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