Descripción

El Bizcocho de Vainilla sin Horno es una alternativa deliciosa y práctica para quienes desean disfrutar de un postre esponjoso sin la necesidad de utilizar un horno. Perfecto para días calurosos o para quienes no cuentan con un horno en casa, esta receta combina la suavidad de la vainilla con la textura aireada de un bizcocho clásico, todo preparado en una sartén o en una olla. Además, es una excelente opción para aquellos que buscan una receta rápida y sencilla, sin sacrificar el sabor.

Ingredientes

• 200 g de harina de trigo
• 150 g de azúcar
• 2 huevos
• 120 ml de leche
• 80 ml de aceite vegetal
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 10 g de polvo para hornear
• Una pizca de sal
• Mantequilla o aceite para engrasar el molde

Modo de preparación

Preparar la masa: En un bol grande, mezcla los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y pálida. Esto es clave para que el bizcocho quede ligero y esponjoso. Añade la leche, el aceite y la esencia de vainilla, y bate hasta integrar todos los ingredientes.

Tamizar los ingredientes secos: En otro recipiente, tamiza la harina, el polvo para hornear y la sal. Esto ayudará a que el bizcocho quede libre de grumos y tenga una textura más suave. Añade los ingredientes secos a la mezcla líquida poco a poco, batiendo con movimientos envolventes hasta obtener una masa homogénea.

Cocción en sartén o olla: Engrasa una sartén o una olla con mantequilla o aceite, y vierte la mezcla del bizcocho. Cubre con una tapa y cocina a fuego bajo por aproximadamente 25-30 minutos. Es importante que el fuego sea bajo para que el bizcocho se cocine de manera uniforme sin quemarse por abajo. Si usas una olla, puedes poner un difusor de calor o una rejilla para que el calor se distribuya mejor.

Comprobar la cocción: Para asegurarte de que el bizcocho está listo, introduce un palillo en el centro. Si sale limpio, significa que está completamente cocido. Si no, deja cocinar unos minutos más y repite el proceso.

Enfriar y desmoldar: Una vez cocido, retira el bizcocho del fuego y déjalo enfriar en la sartén durante unos 10 minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y colócalo en una rejilla para que termine de enfriarse por completo.

Servir: Este bizcocho de vainilla es perfecto tal cual, pero si lo deseas, puedes decorarlo con azúcar glas, frutas frescas o un toque de crema batida.

Consejos y Conclusión

Si quieres darle un toque más especial a tu bizcocho, puedes añadirle trozos de chocolate, nueces o incluso un poco de ralladura de limón o naranja en la masa. Estos pequeños detalles le darán un giro interesante al sabor clásico de la vainilla, manteniendo la esencia de la receta. Además, si prefieres un bizcocho más húmedo, puedes hacer un almíbar sencillo con agua, azúcar y un toque de vainilla para humedecerlo antes de servirlo.

El Bizcocho de Vainilla sin Horno es la solución perfecta para disfrutar de un postre casero y delicioso, sin complicaciones y sin la necesidad de hornear. Su preparación es tan simple que hasta los principiantes en la cocina podrán obtener resultados espectaculares. Ideal para acompañar una taza de café o té en la merienda, este bizcocho será sin duda uno de tus favoritos por su versatilidad y sabor inigualable. ¿Lo mejor de todo? Puedes personalizarlo a tu gusto con diferentes añadidos o coberturas, haciendo que cada vez que lo prepares sea una experiencia nueva y deliciosa.