La masa de tarta es un básico en muchas cocinas, ideal tanto para tartas dulces como saladas. Esta receta rápida y sencilla te permitirá tener una masa versátil, suave y crocante, perfecta para cualquier relleno. Con ingredientes comunes que seguramente ya tienes en casa, como harina, leche y huevo, podrás preparar una base casera deliciosa, evitando conservantes y aditivos de las versiones industriales.
Mezclar los líquidos:
En un bol, coloca la leche, el aceite y el huevo. Añade una pizca de sal y bate hasta que los ingredientes estén completamente integrados.
Incorporar los ingredientes secos:
Tamiza la harina junto con el polvo de hornear e incorpóralos poco a poco a la mezcla de líquidos. Utiliza una cuchara de madera o espátula para mezclar hasta que los ingredientes se combinen por completo.
Amasar:
Una vez que los ingredientes estén integrados, amasa la mezcla con las manos hasta obtener una masa suave y homogénea. Evita trabajarla en exceso para que no pierda su suavidad.
Reposar:
Envuelve la masa en papel film o colócala en una bolsa de plástico limpia. Déjala reposar en el refrigerador durante 30 minutos. Este tiempo es esencial para que los ingredientes se asienten y la masa se vuelva más fácil de estirar.
Estirar:
Coloca la masa entre dos hojas de papel film o sobre una superficie ligeramente enharinada. Estírala con un rodillo hasta lograr un espesor de aproximadamente medio centímetro.
Montar la tarta:
Una vez estirada, transfiere la masa a un molde para tarta, presionando suavemente los bordes para que se ajuste. Recorta el exceso de masa de los bordes y pincha el fondo con un tenedor para evitar que se formen burbujas al hornearla.
Rellenar y hornear:
Rellena la masa con los ingredientes de tu preferencia (dulces o salados). Hornea en un horno precalentado a 180°C durante unos 35 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente, dependiendo del relleno elegido.
Si deseas una versión más crujiente, puedes agregar una cucharadita de vinagre blanco a la masa. Este truco ayuda a que la masa tenga una textura más ligera y crocante, especialmente útil para rellenos salados.
Preparar una masa de tarta casera no solo es más saludable, sino también más sabroso. Esta receta rápida y sencilla te permitirá disfrutar de una base versátil que se adapta a cualquier tipo de relleno, desde opciones dulces como frutas y cremas, hasta rellenos salados como verduras o quesos. Anímate a hacerla y verás cómo eleva tus tartas a otro nivel de sabor y frescura. ¡Nada mejor que una masa hecha en casa!