Las papas gratinadas son un clásico que nunca pasa de moda. Esta receta combina la cremosidad de la mantequilla derretida con la riqueza del queso rallado, creando una combinación irresistible. Fáciles de preparar y llenas de sabor, son el acompañamiento perfecto para carnes, aves o incluso como plato principal en una comida más simple.
¿Quién puede resistirse al sabor de las papas doradas, cubiertas con una capa crujiente y cremosa de queso? Este plato es perfecto para aquellos momentos en los que deseas impresionar a tu familia con una receta deliciosa y reconfortante, sin pasar horas en la cocina. El toque de páprika y pimienta negra añade un ligero picor que realza el sabor suave de las papas.
Para esta receta, necesitarás 8 papas grandes cortadas por la mitad. Las papas con cáscara amarilla son ideales para este tipo de preparación. Cortarlas por la mitad ayuda a que se cocinen más rápido y absorban mejor los sabores.
Coloca las papas en una olla grande y añade una buena pizca de sal.
Cubre las papas con agua hirviendo y déjalas cocinar durante unos 20 minutos, hasta que estén suaves pero aún firmes. Evita cocinarlas en exceso.
Mientras las papas se cocinan, prepara la salsa. En un bol, derrite 150g de mantequilla.
Añade 400g de queso rallado a la mantequilla derretida. Puedes usar parmesano para un sabor más fuerte o mozzarella para una textura más suave.
Agrega 1 cucharadita de sal, ajustando al gusto.
Añade 1 cucharadita de páprika para un sabor ligeramente ahumado.
Añade pimienta negra al gusto.
Cuando las papas estén cocidas y escurridas, colócalas en el bol con la mezcla de mantequilla y queso, asegurándote de que estén bien cubiertas.
Pincela las papas con mantequilla derretida y espolvorea 200g adicionales de queso rallado por encima.
Hornea a 200°C durante unos 15 minutos, o hasta que el queso esté dorado y crujiente. Sirve caliente y disfruta con la familia.
Para darle un toque extra de sabor, añade hierbas frescas como tomillo o romero antes de gratinar las papas. Estas hierbas complementarán perfectamente el sabor del queso y la mantequilla. También puedes agregar tocino crujiente para un toque gourmet.
Las papas gratinadas con queso y mantequilla son un éxito en cualquier comida. Son fáciles de preparar y combinan perfectamente con varios platos o pueden disfrutarse solas como una opción simple pero deliciosa. ¡No te pierdas esta receta en tu próxima reunión familiar o cena especial!