Esta receta es una deliciosa combinación de sabores, que trae una mezcla equilibrada de dulce y salado con el toque especial de la miel y la salsa de soja. Perfecta para quienes disfrutan de platos prácticos pero con un sabor único. La carne de cerdo, cuando está bien sazonada y sellada en su punto justo, se vuelve increíblemente jugosa, y los ingredientes que la acompañan garantizan un plato lleno de personalidad. La mezcla de ajo, mantequilla y salsa de soja aporta un toque oriental, mientras que la miel añade un dulzor ligero, haciendo de esta comida una excelente opción para un almuerzo o cena rápida y sabrosa.
Necesitarás 500g de carne de cerdo. Elige un corte tierno, como el lomo o la paleta de cerdo, ya que estos cortes son ideales para freír y mantener la jugosidad.
Ahora, sazona la carne de cerdo con sal al gusto. Distribuye bien el condimento, masajeando la carne para que la sal penetre y realce el sabor.
Luego, añade un poco de pimienta al gusto. La pimienta añade un toque picante que complementa muy bien el sabor suave del cerdo. Puedes usar pimienta negra recién molida para un sabor más fresco.
En una sartén grande, calienta un chorrito de aceite a fuego medio. El aceite ayuda a crear una costra dorada en la carne, preservando su jugosidad.
Fríe la carne por unos 4 a 5 minutos de cada lado, hasta que esté dorada y bien cocida. Da vuelta a la carne con cuidado para asegurarte de que se dore de manera uniforme. Si es necesario, fríe en tandas para no sobrecargar la sartén.
Después de dorar la carne, agrega el ajo picado a la sartén. Añádelo en este momento para evitar que se queme, asegurando que libere su sabor de manera suave.
Luego, añade una cucharada de mantequilla a la sartén. La mantequilla se derretirá y se mezclará con el ajo, creando una base de sabor rica que hará que la carne sea aún más sabrosa.
Ahora, agrega los 50ml de salsa de soja. La salsa de soja le dará un toque salado y umami al plato, además de oscurecer un poco la carne, dándole una apariencia caramelizada.
Agrega también dos cucharadas de miel. La miel equilibrará lo salado de la salsa de soja, proporcionando un contraste de sabores maravilloso. Además, añade un toque final de brillo a la carne, haciéndola ver aún más apetitosa.
Finaliza el plato agregando cebolla verde picada al gusto. La frescura de la cebolla verde contrasta con los sabores intensos de la carne y los condimentos, además de añadir color y un toque herbal que complementa el plato perfectamente.
¡Listo! Ahora tu receta está lista para ser servida. Disfruta de este plato lleno de sabor y simplicidad, que seguramente agradará a todos en la mesa.
Para intensificar aún más el sabor de esta receta, intenta marinar la carne durante 30 minutos antes de freírla con una mezcla de salsa de soja, ajo y miel. Esto permitirá que los sabores penetren profundamente en la carne, haciéndola aún más sabrosa y jugosa. Sirve con arroz blanco o una ensalada fresca para una comida completa.
Esta receta de cerdo con salsa de soja y miel es una excelente opción para una comida rápida y llena de sabor. La combinación de ingredientes simples, pero bien armonizados, da como resultado una carne jugosa con un equilibrio perfecto entre dulce y salado. ¡Prepara este plato y sorprende a tu familia y amigos con una comida irresistible!