Si estás buscando una comida reconfortante y deliciosa, esta receta de albóndigas con puré de papas es exactamente lo que necesitas. Con una mezcla de carne molida perfectamente sazonada, puré de papas cremoso y un toque irresistible de queso mozzarella derretido, esta es una de esas recetas que harán que todos pidan repetir. Además, es fácil de preparar, ideal para esos días en los que quieres impresionar sin pasar horas en la cocina. ¡Sigue los pasos y descubre cómo transformar ingredientes básicos en un plato delicioso!
Preparar las papas:
Comienza pelando y cortando las papas en trozos pequeños para acelerar el proceso de cocción.
Cocinar las papas:
Coloca las papas en una olla con agua caliente y cocínalas durante unos 15 minutos o hasta que estén suaves. Puedes comprobar si están listas pinchándolas con un tenedor.
Preparar la carne:
Mientras las papas se cocinan, en un bol grande, mezcla la carne molida, la cebolla picada y el huevo. Estos ingredientes serán la base de tus albóndigas.
Sazonar la carne:
Sazona la mezcla de carne con perejil picado, ajo en polvo, sal, pimentón y pimienta negra al gusto. Estos condimentos le darán un sabor rico y equilibrado a las albóndigas.
Mezclar los ingredientes:
Mezcla todo con las manos o una cuchara hasta que los ingredientes estén bien integrados y la carne esté bien sazonada.
Añadir el pan rallado:
Agrega el pan rallado y mezcla nuevamente hasta obtener una masa firme y fácil de moldear. El pan rallado ayuda a dar estructura a las albóndigas.
Formar las albóndigas:
Con las manos ligeramente engrasadas, toma pequeñas porciones de la carne sazonada y dales forma de bolitas, asegurándote de que todas sean del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme.
Rebozar las albóndigas:
Pasa cada albóndiga por la harina, cubriéndolas bien por todos los lados. Esto asegurará que queden crujientes por fuera al freírlas.
Freír las albóndigas:
En una sartén, calienta un poco de aceite y fríe las albóndigas hasta que estén doradas por todos los lados. No sobrecargues la sartén para que se frían de manera uniforme.
Añadir la salsa de tomate:
Cuando las albóndigas estén casi listas, agrega la salsa de tomate por encima y deja que se cocinen unos minutos más, permitiendo que los sabores se mezclen.
Preparar el puré de papas:
Una vez cocidas las papas, escúrrelas y pásalas a un bol. Agrega la margarina, la sal y la pimienta negra.
Aplastar las papas:
Usa un triturador de papas o un tenedor para aplastar las papas hasta obtener un puré cremoso y homogéneo.
Montar el plato:
En una fuente para hornear, extiende el puré de papas uniformemente en el fondo, creando una capa lisa.
Añadir las albóndigas:
Coloca las albóndigas fritas sobre el puré, distribuyéndolas de manera uniforme por toda la fuente.
Cubrir con queso:
Espolvorea generosamente el queso mozzarella rallado por encima de las albóndigas y el puré de papas.
Hornear:
Precalienta el horno a 180°C y hornea el plato durante unos 10 minutos, o hasta que el queso se derrita y se dore ligeramente.
Servir y disfrutar:
Retira del horno y sirve de inmediato. ¡La combinación de puré cremoso, albóndigas jugosas y queso derretido es simplemente irresistible!
Para darle un toque extra de sabor, mezcla un poco de queso parmesano rallado con la mozzarella para una cobertura más rica y sabrosa. También puedes decorar el plato terminado con hierbas frescas como albahaca o perejil para un toque final fresco y aromático.
Esta receta es perfecta para un almuerzo familiar o una cena acogedora. Las albóndigas jugosas y llenas de sabor combinadas con el puré de papas cremoso y el queso derretido crean una deliciosa armonía de sabores en cada bocado. Prepara este plato y sorprende a todos en la mesa. ¡Después de probarlo, nadie querrá comer albóndigas de otra manera!