Descripción

Imagina un pastel esponjoso, lleno de sabores que evocan momentos de calidez y confort. Este pastel de frutos secos y frutas es el postre perfecto para esos días en que anhelas algo dulce sin complicarte la vida en la cocina. Con un tiempo de preparación de solo cinco minutos y un horneado que no excede los 30 minutos, esta receta es ideal para quienes buscan un capricho rápido y delicioso. Su textura húmeda y su mezcla de sabores y texturas lo convierten en un verdadero festín para los sentidos.

Este pastel tiene su origen en la tradición de usar ingredientes simples y accesibles en repostería, una práctica que ha sido transmitida de generación en generación. Su versatilidad permite que puedas adaptarlo según tus preferencias o los ingredientes que tengas a mano. ¿No agregaste algún tipo de fruto seco en tu despensa? No hay problema, ¡puedes experimentar y hacer que este pastel sea verdaderamente tuyo! Ya sea que lo prepares para una merienda, un desayuno especial o simplemente para disfrutar en casa, no hay duda de que este pastel sacará sonrisas.

Ingredientes

• Para preparar este delicioso pastel de frutos secos, necesitarás:
• Para la masa:
• 1 taza (150 g) de frutos secos mixtos (albaricoques, arándanos, pasas)
• 1/2 taza (50 g) de nueces picadas
• 1/4 taza (30 g) de almendras picadas
• 1/2 taza (60 g) de harina común
• 1/4 taza (50 g) de azúcar granulada
• 2 huevos grandes
• 1/4 taza (60 ml) de mantequilla sin sal, derretida
• 1 cucharadita (5 ml) de extracto de vainilla
• 1/2 cucharadita (2,5 g) de polvo para hornear
• Una pizca de sal
• Sugerencias de Variaciones:
• - Frutos secos: Puedes sustituir las nueces y almendras por tu mezcla favorita de frutos secos, como avellanas, pecanas o incluso pistachos.
• - Frutas: Experimenta con diferentes frutas secas. Puedes probar con higos, dátiles o incluso un toque de fruta confitada.
• - Alternativas para hacerla sin gluten: Si prefieres una versión sin gluten, utiliza harina de almendras o mezcla de harinas sin gluten disponible en el mercado.
• - Aumenta los sabores: Añadir una cucharadita de canela o jengibre en polvo puede aportar un delicioso toque especiado a tu pastel.

Modo de preparación

Comienza precalentando el horno a 180 °C (350 °F). Este paso tan sencillo es fundamental, ya que permite que el horno alcance la temperatura ideal para la cocción, garantizando un pastel perfectamente dorado y esponjoso.

Toma un bol mediano y vierte en él los frutos secos mixtos, las nueces picadas, las almendras picadas y la harina. Tómate un momento para mezclar estos ingredientes con suavidad. Asegúrate de que las frutas secas y las nueces estén bien impregnadas con la harina. Este truco es un buen secreto que evita que los ingredientes pesados se hundan en el fondo del pastel.

En un recipiente aparte, elige un bol grande y bate los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva espumosa y brillante. La clave aquí es batir lo suficiente, lo que debería llevarte alrededor de un minuto. Esta acción incorpora aire en la mezcla, lo que a su vez hará que tu pastel tenga una mejor textura.

Una vez que tus huevos y azúcar estén bien combinados, agrega la mantequilla derretida (deja que enfríe un poco antes de incorporarla, o mezcla la mantequilla en un bol diferente mientras se derrite), el extracto de vainilla, el polvo para hornear y la pizca de sal. Continúa batiendo hasta que todos estos ingredientes estén completamente integrados, dotando a tu mezcla de una suavidad envidiable.

Ahora llega uno de los pasos más cruciales: mezclar los ingredientes secos con los húmedos. Sin prisa, incorpora poco a poco la mezcla de frutas y nueces a la masa líquida. Utiliza una espátula o una cuchara de madera para darle vueltas suavemente. Asegúrate de que todos los ingredientes secos estén humedecidos, pero evita mezclar en exceso. Este detalle es fundamental, ya que un exceso de mezcla puede provocar un pastel denso y poco esponjoso.

Al tener la masa lista, procede a verterla en un molde para torta redondo de 20 cm (8 pulgadas) previamente engrasado, o en un molde para pan de 18 x 13 cm (7 x 5 pulgadas). Asegúrate de esparcirla de manera uniforme, controlando que los ingredientes queden distribuidos de manera homogénea.

Introduce el molde en el horno precalentado y deja que se hornee durante 25 a 30 minutos. Este es el momento en el que el aroma comenzará a impregnar tu cocina, dejando a todos con ganas de un delicioso bocado. A los 25 minutos, es una buena idea comenzar a comprobar el estado de cocción. Introduce un palillo en el centro del pastel; si este sale limpio, ¡está listo! Si aún le falta un poco, déjalo unos minutos más pero verifica cada pocos minutos para evitar que se seque.

Una vez que el pastel esté dorado y listo, retíralo del horno y déjalo reposar en el molde durante 10 minutos. Este tiempo es crucial, ya que permite que el pastel mantenga su forma y se endurezca un poco, lo que facilitará su desmoldeo.

Finalmente, transfiere el pastel a una rejilla de enfriamiento y permite que se enfríe por completo. Cuando esté listo, córtalo en porciones generosas y prepárate para disfrutar de cada bocado.

Consejos y Conclusión

Un consejo adicional que te ofreceré es sobre el almacenamiento de este delicioso pastel. Si te sobra (aunque dudo que eso suceda), guárdalo en un recipiente hermético a temperatura ambiente, y se mantendrá fresco durante varios días. También puedes optar por refrigerarlo, pero asegúrate de dejarlo reposar a temperatura ambiente unos minutos antes de servirlo para que recupere su textura suave.

Si buscas un toque extra, considera acompañarlo con una bola de helado de vainilla o un poco de crema batida que contrastará de maravilla con la textura del pastel. Este es un postre que también se puede servir en ocasiones especiales; incluso puedes decorarlo con un espolvoreado de azúcar glas para darle un toque más festivo.

Preparar este pastel de frutos secos y frutas es, sin lugar a dudas, una experiencia gratificante. La mezcla de sabores y la suavidad en textura brindan una alegría que va más allá del simple hecho de comer. Mientras lo preparas, puedes sentir la emoción de ver cómo se transforma en un delicioso manjar que encantará a todos en casa.

Espero que cada bocado de este pastel te recuerde que la cocina no tiene por qué ser complicada, sino que puede ser un momento para disfrutar nuevamente de los placeres sencillos. Si te ha gustado esta receta, te animo a que explores más en nuestro sitio. Descubre otras delicias que te inspirarán a seguir cocinando y asombrando a tus seres queridos. Recuerda compartir esta receta con tus amigos y familiares, y ¡déjalos que se deleiten con la magia de la repostería casera!