Este pollo al horno con queso, calabacín y pimiento es una receta simple, sabrosa y nutritiva. Perfecta para una comida práctica y completa, esta receta combina la ternura del pollo con la cremosidad de la mozzarella y la frescura de los vegetales. El toque de orégano y pimiento aporta un aroma irresistible, transformando esta comida en una experiencia única, ideal para complacer a toda la familia.
Comienza colocando la pechuga de pollo en una olla con agua hirviendo. Deja que se cocine hasta que esté completamente cocida y tierna. Este paso asegura que el pollo conserve su jugosidad y sabor al hornearse con los demás ingredientes.
Una vez cocido el pollo, retíralo de la olla y deja que se enfríe un poco. Luego, córtalo en tiras y luego en cubos. Este tamaño permite que el pollo se mezcle bien con los demás ingredientes y que cada pedazo esté cubierto con la mezcla de queso y huevos, agregando sabor a cada bocado.
En un bol, rompe los dos huevos y agrega media taza de leche. Añade una cucharadita de sal y mezcla bien. Esta combinación de huevos y leche crea una base cremosa que cubrirá el pollo, mejorando la textura y el sabor del plato.
Bate bien la mezcla de huevos y leche hasta que esté homogénea. Esta base se mezclará con la harina y el queso para crear una cobertura ligera y sabrosa para el pollo.
Agrega media taza de harina a la mezcla de huevo y leche. Remueve bien hasta que la harina esté completamente incorporada. La harina ayudará a dar una ligera textura crujiente alrededor del pollo durante el horneado.
Agrega 100 g de queso mozzarella rallado a la mezcla y remueve bien. El queso se derretirá durante la cocción, cubriendo los pedazos de pollo y creando una textura cremosa y deliciosa que complementa perfectamente el sabor de los vegetales.
Agrega los cubos de pollo a la mezcla de huevo, leche, harina y queso. Remueve suavemente para cubrir cada pieza de pollo en la mezcla. Esto asegura que el pollo absorba los sabores y que el plato quede más uniforme.
Engrasa una fuente para hornear con un poco de aceite de oliva. Este paso es importante para evitar que el pollo se pegue al fondo de la fuente y para añadir un leve sabor al plato.
Vierte la mezcla de pollo en la fuente engrasada. Coloca las rodajas de calabacín y las tiras de pimiento rojo por encima. Termina con más queso mozzarella rallado y espolvorea el orégano para dar un toque especial de aroma y sabor.
Coloca la fuente en el horno precalentado a 180°C (350°F) durante unos 30 minutos o hasta que el queso esté bien derretido y ligeramente dorado. Este tiempo es suficiente para que los sabores se combinen, el queso se gratine y los vegetales se cocinen ligeramente, manteniendo su textura y frescura.
Para un toque extra de sabor, intenta añadir una pizca de pimienta negra molida o pimentón dulce antes de hornear. Estas especias realzan el sabor de los ingredientes y añaden un ligero toque picante al plato. Además, termina con hojas frescas de albahaca o perejil justo al sacar del horno para un aroma fresco y un aspecto más vibrante.
Este Pollo al Horno con Queso, Calabacín y Pimiento es una opción deliciosa y completa para cualquier comida. La combinación del pollo con la cremosidad del queso, la ligereza del calabacín y el toque vibrante del pimiento hace que este plato sea irresistible. La simplicidad de la preparación y la armonía de los sabores lo convierten en una excelente opción para una cena en familia o una comida especial. Sírvelo con arroz blanco o una ensalada verde y ten la seguridad de que todos lo disfrutarán.