Esta receta es perfecta para quienes buscan una comida ligera, nutritiva y sin carne, pero sin sacrificar el sabor. Combinando ingredientes simples, resulta en un plato cremoso y reconfortante, ideal para compartir en un almuerzo o cena familiar. Con el toque especial del queso gratinado, este plato encantará incluso a los paladares más exigentes.
Prepara los vegetales:
En un bol grande, agrega la zanahoria rallada, el repollo rallado, el perejil picado y las papas ralladas. Mezcla bien.
Incorpora los huevos:
Rompe los huevos directamente en el bol con los vegetales. Remueve hasta que estén bien integrados.
Añade los líquidos:
Agrega el aceite de oliva y la leche, asegurándote de que se mezclen de manera uniforme.
Condimenta:
Añade sal, pimienta, condimento casero y pimentón. Ajusta las cantidades a tu gusto.
Incorpora la harina:
Poco a poco, agrega la harina mientras mezclas hasta obtener una masa espesa y homogénea.
Añade el polvo de hornear:
Incorpora el polvo de hornear con movimientos suaves para mantener la textura.
Engrasa el molde:
Prepara un molde untándolo con aceite o mantequilla y espolvorea harina para evitar que se pegue.
Hornea parcialmente:
Vierte la mezcla en el molde y hornea a 180°C durante unos 20 minutos, hasta que la superficie comience a cuajar.
Agrega el queso:
Retira del horno, espolvorea el queso mozzarella rallado y vuelve a hornear por 10 minutos más hasta dorar.
Sirve y disfruta:
Deja enfriar ligeramente antes de servir. Este plato combina a la perfección con ensalada verde o arroz blanco.
Para un sabor más intenso, añade una cucharada de mostaza o reemplaza parte del queso mozzarella con queso parmesano. ¡El resultado será aún más delicioso!
Este "Almuerzo abundante sin carne" es una receta fácil y versátil que sorprenderá a tus invitados. Con pocos ingredientes y poco tiempo de preparación, obtendrás un plato lleno de texturas y sabores. ¡Disfruta cada bocado de este gratinado cremoso y sabroso!