Este pastel esponjoso casero es la opción perfecta para quienes buscan un postre sencillo pero delicioso. Con una textura suave y aireada, y un sabor que se adapta a cualquier ocasión, es ideal para acompañar un café por la tarde o como base para un pastel más elaborado. Su fácil preparación y los ingredientes comunes hacen que sea una receta imprescindible en tu repertorio de cocina. ¡Sorprende a tu familia con este clásico que nunca pasa de moda!
Prepara el molde y el horno:
Precalienta tu horno a 180 °C (350 °F). Engrasa un molde rectangular o cuadrado con mantequilla y harina, o cubre el fondo con papel encerado para facilitar el desmolde.
Bate los huevos y el azúcar:
En un tazón grande, bate los huevos con el azúcar durante 4-5 minutos. La mezcla debe volverse espumosa y adquirir un tono amarillo claro, lo que ayudará a obtener un pastel más esponjoso.
Incorpora los ingredientes líquidos:
Agrega el aceite, la leche y la esencia de vainilla (si decides usarla). Bate nuevamente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Mezcla los ingredientes secos:
Tamiza la harina, el polvo para hornear y la pizca de sal directamente sobre la mezcla líquida. Usa una espátula o un batidor de mano para mezclar con movimientos envolventes. Esto evitará que se pierda el aire de la mezcla y ayudará a mantener la textura esponjosa del pastel.
Vierte y hornea:
Vierte la mezcla en el molde preparado y distribúyela uniformemente con la espátula. Lleva al horno precalentado y hornea durante 30-40 minutos. El pastel estará listo cuando, al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Deja enfriar y desmolda:
Retira el pastel del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla durante 10-15 minutos. Una vez tibio, desmóldalo con cuidado y córtalo en cuadros del tamaño deseado.
Si deseas darle un toque especial, puedes espolvorear azúcar glas por encima una vez que el pastel esté frío o acompañarlo con frutas frescas y crema batida. Este pastel también sirve como base para decorar con fondant o cubrir con glaseados de tu elección.
Este pastel esponjoso casero es ideal para cualquier ocasión. Con una textura suave y un sabor delicioso, es perfecto para acompañar un café o té. Anímate a probarlo y sorprende a tus seres queridos con un postre sencillo pero irresistible. ¡Disfrútalo!