Este helado de frutas casero es una opción refrescante, saludable y fácil de preparar. Ideal para los días calurosos, es una alternativa sin conservantes y con ingredientes naturales. Lo mejor de todo es que puedes personalizarlo con tus frutas favoritas y ajustar el dulzor a tu gusto. Una receta perfecta para compartir en familia o disfrutar como un snack ligero.
Preparar las frutas:Lava y corta las frutas en trozos pequeños. Si utilizas frutas con piel gruesa (como el mango), pélalas antes de cortar. Coloca las frutas cortadas en una bandeja y congélalas durante 2-3 horas o hasta que estén completamente congeladas.
Procesar los ingredientes:En un procesador de alimentos o licuadora, añade las frutas congeladas, el yogur, la miel (si la usas) y el extracto de vainilla. Procesa todo hasta obtener una mezcla suave y cremosa, deteniendo el aparato de vez en cuando para raspar los lados y garantizar una mezcla uniforme.
Congelar nuevamente (opcional):Si prefieres un helado más firme, transfiere la mezcla a un recipiente hermético y congélala por 1-2 horas antes de servir.
Servir:Sirve el helado en bolas con una cuchara de helado. Puedes decorarlo con trozos de fruta fresca, nueces picadas o chispas de chocolate para un toque extra de sabor y textura.
Para un helado aún más cremoso, puedes sustituir el yogur por leche de coco o crema de leche. También puedes experimentar combinando diferentes frutas para crear nuevos sabores.
Este helado de frutas casero es una opción deliciosa y nutritiva para disfrutar sin culpa. Su preparación sencilla y versatilidad lo convierten en el postre perfecto para cualquier ocasión. ¡Anímate a probarlo y compártelo con tus seres queridos!