Descripción

En la ajetreada vida moderna, encontrar recetas que sean rápidas, deliciosas y que requieran pocos ingredientes es un verdadero tesoro. Hoy te presentamos una opción perfecta para esos momentos en los que deseas consentirte con algo dulce pero no dispones de mucho tiempo ni de harina en tu despensa. Este postre, que combina la suavidad del kéfir, la textura granulada de la sémola y el dulzor natural de las manzanas caramelizadas, se prepara en tan solo 10 minutos y es ideal para compartir con la familia o amigos. Además, su versatilidad te permite adaptarlo con diferentes frutas según tus preferencias o la temporada. ¡Anímate a probar esta delicia sin harina que seguramente se convertirá en una de tus favoritas!

Ingredientes

• 2 huevos frescos
• 2 cucharadas de azúcar
• Una pizca de sal
• 250 ml de kéfir (puedes sustituirlo por yogur natural si lo prefieres)
• 250 g de sémola de trigo
• 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
• Manzanas (la cantidad depende de tu gusto y del tamaño de las frutas; también puedes optar por peras, duraznos o frutos rojos)
• Mantequilla para freír

Modo de preparación

Comienza preparando la masa. En un bol amplio, rompe los dos huevos y bátelos ligeramente. Añade las dos cucharadas de azúcar, la pizca de sal y, si lo deseas, un toque de extracto de vainilla para realzar el sabor. Mezcla bien hasta que los ingredientes estén completamente integrados.

Incorpora los 250 ml de kéfir a la mezcla de huevos y azúcar. Remueve hasta obtener una mezcla homogénea. El kéfir aportará una textura esponjosa y un sabor ligeramente ácido que complementará perfectamente el dulzor de las frutas.

Agrega la cucharadita de bicarbonato de sodio a la mezcla y revuelve bien. El bicarbonato reaccionará con la acidez del kéfir, ayudando a que la masa adquiera una textura más aireada y suave.

Es momento de incorporar la sémola de trigo. Hazlo de manera gradual, mezclando constantemente para evitar la formación de grumos. La masa debe quedar suave y ligeramente espesa, con una consistencia que permita verterla pero que mantenga su forma al caer.

Para el relleno, pela y descorazona las manzanas. Córtalas en cubos pequeños y uniformes para asegurar una cocción pareja. Si optas por otras frutas, asegúrate de que estén limpias y preparadas de manera adecuada.

En una sartén, derrite una porción de mantequilla a fuego medio. Añade los cubos de manzana y espolvorea un poco de azúcar sobre ellos para facilitar la caramelización. Cocina las manzanas durante unos 3 a 4 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que estén tiernas y ligeramente doradas. Este proceso realzará el sabor natural de la fruta y le dará una textura suave y jugosa.

Con la masa y el relleno listos, procede a la cocción de los panqueques. Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y engrásala ligeramente con mantequilla o aceite. Utilizando una cuchara o una manga pastelera, vierte pequeñas porciones de masa en la sartén, formando círculos del tamaño deseado.

Inmediatamente después de verter la masa, coloca una cucharada del relleno de manzana caramelizada en el centro de cada panqueque. Luego, cubre el relleno con una pequeña cantidad adicional de masa, asegurándote de que las manzanas queden completamente selladas dentro del panqueque.

Cocina los panqueques durante unos minutos hasta que los bordes comiencen a dorarse y aparezcan burbujas en la superficie. Con cuidado, voltea cada panqueque y cocina el otro lado hasta que esté dorado y bien cocido. El resultado debe ser un exterior crujiente con un interior suave y jugoso gracias al relleno de frutas.

Consejos y Conclusión

Para darle un toque especial a estos panqueques, puedes espolvorearlos con canela en polvo o añadir una pizca de nuez moscada a la masa. Si deseas un postre más indulgente, sírvelos con una bola de helado de vainilla o un chorrito de miel por encima. Además, puedes experimentar con diferentes rellenos según la temporada: frutos rojos en verano, peras en otoño o incluso una mezcla de frutas tropicales para un sabor más exótico.
Este postre es una excelente opción para satisfacer antojos de manera rápida y sin complicaciones. Su preparación sencilla y la posibilidad de personalizarlo con diferentes frutas lo convierten en una receta versátil y adaptable a distintos gustos y ocasiones. Además, al no contener harina, es una alternativa ideal para quienes buscan opciones sin gluten (asegurándose de que la sémola utilizada sea apta para celíacos). Te invitamos a probar esta receta y a explorar otras delicias en nuestro sitio. Comparte tus resultados y variantes en los comentarios, y no dudes en navegar por nuestras otras propuestas culinarias para seguir deleitándote en la cocina.