Descripción

Las papas en salsa bechamel gratinada son un clásico plato que combina la cremosidad de la salsa bechamel con el irresistible sabor de las papas tiernas y gratinadas con queso. Es una receta ideal para acompañar carnes, pescados o simplemente disfrutar como plato principal en una comida familiar. Esta versión es fácil de preparar y te dejará deseando repetir cada bocado.

Ingredientes

• 4 papas medianas, peladas y cortadas en rodajas finas
• 2 tazas de leche
• 4 cucharadas de manteca
• 4 cucharadas de harina
• Sal y pimienta al gusto
• 1 taza de queso rallado (puedes usar queso cheddar, mozzarella o el de tu preferencia)
• Nuez moscada al gusto (opcional)
• Perejil fresco picado para decorar (opcion

Modo de preparación

Preparar las papas: Lo primero que debes hacer es pelar las papas y cortarlas en rodajas finas y uniformes. Para facilitar este paso, puedes utilizar un rebanador o una mandolina, lo que garantizará que todas las papas tengan el mismo grosor y se cocinen de manera homogénea. Una vez cortadas, resérvalas en un bol con agua para que no se oxiden mientras preparas la salsa bechamel.

Preparar la salsa bechamel:

En una cacerola a fuego medio, derrite las 4 cucharadas de manteca. Asegúrate de que no se queme, debe quedar ligeramente dorada.
Una vez derretida la manteca, añade las 4 cucharadas de harina y remueve constantemente con una cuchara de madera o batidor de mano. Cocina esta mezcla durante unos 2-3 minutos para eliminar el sabor crudo de la harina. Este proceso es conocido como roux, que es la base de la bechamel.
Poco a poco, agrega las 2 tazas de leche a la mezcla de manteca y harina, batiendo continuamente para evitar que se formen grumos. Si la leche está caliente o a temperatura ambiente, facilitará este paso.
Continúa cocinando la mezcla, removiendo constantemente, hasta que la salsa comience a espesar y adquiera una consistencia cremosa.
Añade sal, pimienta al gusto y, si lo deseas, un toque de nuez moscada. La nuez moscada le dará un aroma delicioso a la bechamel.
Montaje del plato:

Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Escurre bien las papas que habías reservado en agua y sécalas con papel de cocina.
En una fuente para horno, engrasa ligeramente con un poco de manteca o aceite para evitar que las papas se peguen.
Coloca una capa de rodajas de papa en el fondo de la fuente. Asegúrate de que las rodajas estén dispuestas de manera uniforme.
Vierte una parte de la salsa bechamel sobre las papas, cubriéndolas bien. Espolvorea un poco de queso rallado sobre la capa de bechamel.
Repite este proceso, colocando capas de papas, salsa bechamel y queso rallado hasta que hayas utilizado todas las papas.
La última capa debe estar cubierta con bechamel y una generosa cantidad de queso rallado para que al gratinar quede una costra dorada y crujiente.
Hornear:

Introduce la fuente en el horno precalentado y hornea durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que las papas estén tiernas al pincharlas con un tenedor.
Los últimos 5 minutos, puedes encender el grill para que el queso en la superficie se dore aún más y quede crujiente.
Reposo y decoración:

Una vez que las papas estén listas, retira la fuente del horno y deja reposar unos minutos para que los sabores se asienten.
Si lo deseas, espolvorea perejil fresco picado por encima para darle un toque de color y frescura al plato.

Consejos y Conclusión

Variedad de quesos: Puedes experimentar con distintos tipos de queso según tu preferencia. El queso cheddar le dará un sabor más intenso, mientras que la mozzarella aportará más elasticidad. También puedes probar con gouda o emmental.

Textura perfecta: Si prefieres que las papas estén más crujientes, puedes hornear las rodajas de papa por unos 10 minutos antes de añadir la salsa bechamel. Esto les dará una textura dorada y crujiente en los bordes.

Acompañamiento ideal: Este plato es perfecto como acompañamiento de carnes asadas o al horno. También puedes disfrutarlo como plato principal acompañado de una ensalada verde fresca para balancear el sabor cremoso y gratinado.

Almacenamiento: Si te sobra, puedes guardar las papas en salsa bechamel gratinada en el refrigerador por hasta 2 días. Simplemente caliéntalas en el horno para recuperar la textura crujiente del gratinado.

Las papas en salsa bechamel gratinada son una opción deliciosa y reconfortante que seguramente complacerá a todos en la mesa. Este plato combina la suavidad de las papas, la cremosidad de la bechamel y el irresistible gratinado de queso, haciendo que sea difícil resistirse a probar más de una porción. Perfecto para cenas familiares o para acompañar platos principales, ¡este gratinado de papas será un éxito rotundo en tu hogar!