Descripción

Si alguna vez has cocinado carne y te has encontrado con un suculento corte que, lamentablemente, resulta ser más duro de lo esperado, no te preocupes: ¡tenemos la solución perfecta para ti! Este método no solo hará que tu carne sea suave y jugosa, sino que también le aportará un sabor increíble que deleitará a todos en la mesa. Imagínate un plato humeante, lleno de aromas apetitosos, donde cada bocado se derrite en tu boca. Ya sea para una cena familiar, una reunión con amigos o simplemente para darte un gusto, esta receta transformará tu carne dura en un manjar digno de un restaurante.

El bicarbonato de sodio es el secreto mejor guardado que está a tu alcance, y en combinación con un marinado bien equilibrado, te permitirá disfrutar de una carne tierna y llena de sabor. La adición de una ensalada fresca, crujiente y colorida como acompañamiento completa la experiencia, proporcionando un contraste refrescante que cortará la riqueza de la carne. Te invitamos a seguir leyendo y descubrir cómo hacer de este sencillo plato una obra maestra culinaria sin complicaciones.

Ingredientes

• Para la carne:
• - 800 g de carne (puedes elegir entre res, cerdo o pollo)
• - 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
• - 3 dientes de ajo, bien picados
• - 1 cucharadita de azúcar
• - 1/2 cucharadita de sal
• - Pimienta negra al gusto
• - 1 cucharadita de chile en polvo (esto es opcional, pero le dará un toque picante)
• - 2 cucharadas de aceite vegetal
• - 1 cucharada de salsa de tomate
• Para las verduras:
• - 1 cebolla grande, cortada en juliana
• - 1 pimiento grande, cortado en tiras
• Para la ensalada:
• - 1/2 repollo, cortado en tiras finas
• - 6-8 rábanos, en rodajas (opcional)
• - 250 g de tomates cherry, cortados por la mitad
• - 1 manojo de perejil fresco, picado
• - 1 cucharada de mayonesa
• - 2 cucharadas de yogur natural
• - Sal y pimienta negra al gusto

Modo de preparación

Comienza tu experiencia culinaria seleccionando cuidadosamente el tipo de carne. El corte de carne que elijas puede cambiar el resultado final del plato, así que opta por uno que te guste y que esté disponible. Corta los 800 g de carne en tiras finas, adecuadas para salteados. Este primer paso no solo ayudará a que la carne se cocine más rápido, sino que también permitirá que absorba mejor los sabores del marinado.

Una vez que tengas la carne preparada, es momento de aplicar el bicarbonato de sodio. Espolvorea uniformemente 1 cucharadita sobre la carne, asegurándote de cubrir todos los trozos. Aquí es donde el bicarbonato empezará a hacer su magia. Este ingrediente tiene la capacidad de descomponer las proteínas de la carne, lo que resulta en un corte más tierno y jugoso. Asegúrate de masajear suavemente la carne para que el bicarbonato se mezcle bien y penetre en ella.

Ahora, deja reposar la carne durante 15 a 20 minutos. Este tiempo es crucial; permite que el bicarbonato actúe y comience a suavizar las fibras musculares. Mientras esperas, puedes aprovechar para preparar los demás ingredientes y la ensalada que acompañará tu carne.

Una vez que haya pasado el tiempo, enjuaga bien la carne bajo agua fría. Es fundamental eliminar todo el bicarbonato residual para que no afecte el sabor de tu plato. Tras esto, seca la carne utilizando papel de cocina; un paso indispensable que contribuirá a un sellado perfecto cuando la cocines.

Luego, es hora de marinar la carne. En un bol grande, mezcla la carne ya suavizada con los 3 dientes de ajo picados, 1 cucharadita de azúcar, 1/2 cucharadita de sal y pimienta negra al gusto. Si te gusta el toque picante, no dudes en añadir 1 cucharadita de chile en polvo, además de la salsa de tomate. Esta mezcla de sabores le dará a tu carne un perfil aromático y un toque dulce que equilibrará la sal y el picante. Mezcla bien todos los ingredientes y deja marinar durante aproximadamente 10 minutos.

Mientras la carne se marina, enciende el fuego y calienta 2 cucharadas de aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, agrega la carne marinada. Escucharás un chisporroteo que indica que se está sellando la carne, y eso es exactamente lo que quieres. Cocina la carne durante 5 a 7 minutos, o hasta que esté dorada y cocida por dentro. El tiempo puede variar según el grosor de las tiras de carne, así que usa un tenedor para probar su cocción; debe estar completamente dorada y no debe presentar huellas rojas.

Cuando la carne esté casi lista, es el momento de añadir las verduras. Incorpora la cebolla cortada en juliana y el pimiento en tiras a la sartén. Cocina juntos durante unos 3 a 4 minutos, hasta que las verduras estén tiernas pero aún crujientes. Este paso no solo añadirá un hermoso color a tu plato, sino que también mejorará la textura, creando un equilibrio perfecto entre la suavidad de la carne y la crocancia de las verduras.

Por último, es hora de preparar la ensalada que acompañará tu plato. En un bol grande, mezcla el repollo cortado en tiras finas, los rábanos en rodajas (si decides usarlos), los tomates cherry cortados por la mitad y el perejil fresco picado. Esta mezcla de colores y texturas no solo es saludable, sino que también aporta frescura al plato.

Para el aderezo, en un bol pequeño combina 1 cucharada de mayonesa con 2 cucharadas de yogur natural. Revuelve hasta que estén bien integrados, y agrega sal y pimienta negra al gusto. Este aderezo cremoso añadirá una capa de sabor rico que complementará perfectamente la ensalada crujiente. Cuando todo esté bien mezclado, vierte el aderezo sobre las verduras y mezcla bien para asegurarte de que cada bocado esté cubierto con esta deliciosa mezcla.

Consejos y Conclusión

Consejo:

Si te sobra carne o has preparado de más, no te preocupes: este plato se mantiene bien en el refrigerador. Guarda la carne y las verduras en recipientes herméticos, y podrás disfrutarlas durante los siguientes días en ensaladas, tacos o incluso acompañadas de arroz. También puedes experimentar con diferentes aderezos para la ensalada. Por ejemplo, un toque de zumo de limón fresco o aceite de oliva cambiará completamente el perfil de sabor y la hará aún más refrescante.

Además, si deseas añadir un poco de variedad a tu receta, considera incorporar otras verduras en la mezcla, como zanahorias o calabacines. También puedes cambiar la carne original por pavo o un corte diferente de res que te guste más. La esencia de esta receta radica en su adaptabilidad y facilidad, convirtiéndola en una opción perfecta para cualquier día de la semana.

Conclusión:

Ha llegado el momento de disfrutar del fruto de tu trabajo en la cocina. Al preparar esta receta, no solo aprenderás el valioso truco de cómo suavizar carne dura, sino que también culminarás en un plato atractivo y lleno de sabor que satisfará a todos en la mesa. Imagínate sirviendo este delicioso manjar, acompañado de la ensalada fresca, perfecto para una cena familiar o un almuerzo especial.

Nos encantaría que compartieras tu experiencia al probar esta receta, así como cualquier ajuste o variación que hayas hecho. ¡Explora otras deliciosas recetas en nuestro sitio y transforma tu cocina en un lugar de creatividad y sabor! Regresa siempre para descubrir más maneras de disfrutar la gastronomía mientras aprovechas al máximo los ingredientes a tu disposición.