Este postre combina tradición y modernidad, perfecto para sorprender a tus invitados o disfrutar en familia. Con una textura cremosa, un sabor balanceado y un toque dulce irresistible, esta receta se adapta a cualquier ocasión especial o una tarde de indulgencia. Inspirada en las raíces de la repostería clásica, incorpora ingredientes sencillos, fáciles de encontrar en casa, y pasos de preparación que garantizan un resultado espectacular. Prepárate para disfrutar de un deleite que hará que todos pidan repetir.
Preparar la base:
En un tazón, mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una consistencia arenosa. Coloca esta mezcla en el fondo de un molde desmontable, presionando con una cuchara para que quede compacta y uniforme. Refrigera durante 15 minutos para que se endurezca mientras preparas la crema.
Preparar la crema:
En una cacerola mediana, mezcla la leche condensada, la leche entera y las yemas de huevo. Bate bien hasta que las yemas se integren completamente. Disuelve el almidón de maíz en un poco de leche fría antes de añadirlo a la mezcla, asegurándote de que no queden grumos. Cocina a fuego medio, revolviendo constantemente con una cuchara de madera o un batidor, hasta que la mezcla espese y tenga una consistencia de crema suave. Retira del fuego, agrega el extracto de vainilla y deja enfriar durante unos minutos.
Montar el postre:
Vierte la crema sobre la base de galletas que preparaste previamente, extendiéndola uniformemente con una espátula. Refrigera por al menos 2 horas para que la crema se asiente y tome consistencia.
Preparar la cobertura:
Derrite el chocolate en baño María o en el microondas en intervalos de 20 segundos, revolviendo cada vez para evitar que se queme. Agrega la crema para batir al chocolate derretido y mezcla hasta obtener una ganache lisa y brillante. Vierte esta mezcla sobre la capa de crema fría, extendiéndola suavemente para cubrir toda la superficie.
Decorar y servir:
Decora con frutas frescas, como fresas o arándanos, para un contraste de color y sabor, o utiliza nueces picadas para añadir textura. Refrigera nuevamente durante 1 hora antes de desmoldar y servir.
Si prefieres un toque más dulce, usa chocolate con leche en lugar de chocolate amargo para la ganache.
Para una versión más ligera, sustituye la crema de leche por yogur natural sin azúcar.
Este postre se puede preparar con un día de antelación, lo que permite que los sabores se intensifiquen y las capas se asienten perfectamente.
Este postre cremoso es una delicia que combina una textura suave, sabores equilibrados y una presentación impecable. Perfecto para cualquier celebración, garantiza que cada bocado será una experiencia inolvidable. No olvides explorar más recetas en nuestro sitio y compartir tus resultados en redes sociales. ¡Buen provecho!